Elizabeth Blackwell nació en 1821 en Inglaterra. A pesar de ser la tercera entre nueve hermanos, su padre, dueño de una empresa para refinar azúcar, pudo pagar la educación de todos sus hijos.
Antes de poder matricularse en la universidad de Ginebra en Nueva York, Elizabeth Blackwell fue rechazada en otras diez universidades. Cuando terminó la carrera le recomendaron que realizara cursos de homeopatía para dedicarse a la práctica de la medicina no oficial.
Afortunadamente, no hizo caso y continuó en su empeño. Ciega de un ojo y desilusionada por no poder dedicarse a la cirugía, fundó con su hermana una escuela de enfermería para mujeres que dio a conocer durante la Guerra de Secesión. Al terminar la Guerra fundó una Universidad de Medicina para mujeres.
Marchó a Inglaterra y trabajó como catedrática de ginecología hasta jubilarse con 86 años. Murió tres años después, dejando importantes escritos como “La educación física de las jóvenes” y “Primeros trabajos para la apertura de la profesión médica a las mujeres”.