Cuando estamos enfermos, nos encontramos mal o nos duele algo, enseguida pensamos en una medicina mágica que nos cure.
Gertrude Belle Elion, hija de judíos emigrantes que nació en Nueva York en 1918, puso especial empeño en investigar sobre las medicinas a lo largo de toda su vida. Uno de los motivos por los que decidió estudiar química fue intentar buscar un remedio para curar el cáncer, enfermedad de la que murió su abuelo cuando ella tenía 15 años.
No lo tuvo nada fácil. Trabajó continuamente en solitario al mismo tiempo que era profesora para mantenerse económicamente. Así obtuvo gran cantidad de medicamentos, como el AZT para el tratamiento del SIDA y algunos antibióticos.
Pero antes tuvo que ver las diferencias que hay entre las células normales y las células del cáncer.