Cuando oímos hablar del matrimonio Curie enseguida pensamos en Madame Curie y su marido Pierre, ambos Premio Nobel. Pero además tuvieron una hija, Irène, que nació en París en 1897 y también fue
Premio Nobel.
Irène estudió Física y Química durante la Primera Guerra Mundial, al mismo tiempo que ayudaba haciendo radiografías en varios hospitales de Francia. Se casó con otro científico, Frédéric Joliot, ayudante de su madre. Puede ser que las oportunidades académicas que tuvo Irène se deban a su propia madre, pero también es verdad que la fama de
Madame Curie eclipsó todo lo que hizo su hija para la Ciencia.
Al igual que su madre, avanzó en la síntesis de elementos radiactivos, los cuales, si se utilizan correctamente, tienen buenas aplicaciones para diagnosticar y curar enfermedades. Trabajó siempre en colaboración con su marido y murió de leucemia, enfermedad muy frecuente en aquella época para quienes trabajaban sin protección contra la radiactividad.