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Nuevos avances en el diagnóstico de la leishmaniosis canina

La leishmaniosis es una enfermedad muy extendida en numerosos países del mundo, incluidos todos los del área mediterránea, pudiendo afectar de forma severa a perros y a humanos, con la consiguiente problemática social y sanitaria que esto implica. Concretamente, entre los animales de compañía, la leishmaniosis canina es una de las enfermedades más preocupantes en España, por su severidad clínica y su potencial zoonótico o de transmisión a los seres humanos.

 

En España se estima que el 7% de la población canina está infectada, porcentaje que puede llegar al 35% en algunas regiones, y se prevé una expansión debido a que el agente vector implicado en la transmisión –el insectoflebotomo (muy similar a un mosquito)–, cada vez se está extendiendo por más zonas geográficas a causa del calentamiento global.

 

Los perros infectados pueden desarrollar la enfermedad en distintos grados: desde síntomas leves a procesos generalizados severos, implicando órganos como hígado o riñón, incluso puede acarrear la muerte del animal si no se detecta a tiempo o no se trata de forma adecuada.

 

Con el fin de ayudar a controlar el avance de esta enfermedad, un equipo de investigadores perteneciente al grupo INTERLAB-UMU (Laboratorio Interdisciplinar de Análisis Clínicos) de la facultad de Veterinaria de la Universidad de Murcia, está desarrollando el proyecto Viabilidad comercial de nuevos marcadores para el diagnóstico y monitorización del tratamiento en la leishmaniosis canina, que cuenta con el apoyo de la Fundación Séneca y está dirigido por el catedrático José Joaquín Cerón Madrigal. El citado equipo tiene como principal área de investigación el desarrollo y validación de biomarcadores analíticos para evaluar la salud y el bienestar.

 

En base a los resultados de investigación del grupo, y tras estudiar durante varios años la leishmaniosis canina desde el punto de vista clínico y analítico, se ha descubierto una serie de biomarcadores para diagnosticar y evaluar la actividad de la enfermedad, así como para monitorizar el tratamiento de forma más sensible y precisa que la de los sistemas existentes actualmente en el mercado.

 

A nivel clínico y en el laboratorio

El objetivo global del proyecto es valorar la viabilidad comercial de estos biomarcadores a nivel clínico y en el laboratorio. “Los marcadores tienen un alto potencial innovador y se configuran como una alternativa novedosa, con grandes ventajas respecto a otras técnicas existentes en el mercado, para mejorar el diagnóstico y monitorización de este proceso”, indica José Joaquín Cerón Madrigal.

 

Sobre todo, los marcadores permiten diagnosticar la leishmaniosis “evitando la presencia de resultados falsos negativos, ya que son muy sensibles y también los únicos analitos disponibles actualmente para determinar si la leishmanía está de forma activa y, por lo tanto, se debe tratar”, puntualiza el investigador.

 

Desde el punto de vista social, este proyecto va a permitir mejorar el control, el diagnóstico y el tratamiento de una enfermedad de alta importancia para la sociedad por el daño que produce a los animales de compañía y también por el potencial de transmisión al ser humano.

 

 

 

El proyecto Viabilidad comercial de nuevos marcadores para el diagnóstico y monitorización del tratamiento en la leishmaniosis canina, que cuenta con el apoyo de la Fundación Séneca, lo desarrolla un equipo de investigadores perteneciente al grupo INTERLAB-UMU (Laboratorio Interdisciplinar de Análisis Clínicos), de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Murcia, dirigido por el catedrático José Joaquín Cerón Madrigal.