Año internacional de
la tabla periódica

150 años de la tabla periódica:
un lenguaje común para la ciencia

En 2019 se cumplen 150 años desde que en 1869 el químico ruso Dimitri Mendeleiev (Tobolsk, 1834 – San Petersburgo, 1907) propusiera una nueva forma de ordenar los elementos de la naturaleza. No se trataba solo de una clasificación. En su primera versión, la tabla que incluía 63 elementos, mostraba la periodicidad de las propiedades de muchos de ellos, logrando predecir la existencia y las propiedades elementos químicos que aún no se habían descubierto como el galio, el escandio o el germanio , para los que dejó un hueco en la tabla.

La idea se benefició después de las aportaciones de otros científicos hasta su versión definitiva, elaborada por Henry Moseley a comienzos del siglo XX, quien consiguió replantearla ordenando la información en función del número atómico que asignó a cada elemento. La tabla periódica sumando elementos, hasta los 118 actualmente conocidos, uno de los cuales, el elemento químico de número atómico 101, fue bautizado en 1955 como mendelevio (Md), en honor a Mendeleiev.

En la tabla los elementos se ordenan por su número atómico, configuración electrónica y propiedades químicas, en una disposición que muestra tendencias periódicas. Los elementos que se comportan de forma similar se incluyen en una misma columna o grupo. La tabla suministra toda la información sobre cada elemento: En la parte de debajo de cada elemento muestra un número que representa el valor atómico y en la parte superior, el número másico, permitiendo entender el comportamiento de los elemento y, lo que resulta fundamental, anticipar sus reacciones.

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Gracias a la tabla periódica, los científicos pueden predecir la apariencia y las propiedades de cualquier materia del universo, pues todo ente, vivo o inerte, está compuesto de elementos químicos ( en el ser humano hay hasta 59). Más allá de su papel crucial en química, la tabla periódica trasciende a otras disciplinas, como la física y la biología, y se ha convertido en un icono de la ciencia y de la cultura universales.

Los científicos españoles han contribuido también a la tabla periódica con el descubrimiento de tres elementos: Antonio Andrés del Río, descubridor del vanadio (V); los hermanos Juan José y Fausto Delhuyar, quienes aislaron el wolframio (W), y Antonio de Ulloa, que descubrió el platino (Pt). Naciones Unidas ha declarado 2019 como el Año Internacional de la Tabla Periódica destacando su trascendencia como « uno de los logros más significativos de la ciencia, ya que captura la esencia no solo de la química, sino también de la física y la biología».

 

(+)Si quieres saber más, en el excelente libro de divulgación científica «La cuchara menguante (y otros relatos veraces de locura, amor y la historia del mundo a través de la tabla periódica de los elementos)» de Sam Kean, realiza un apasionante y divertido recorrido por la historia del mundo a través de cada uno de los elementos, un viaje lleno de anécdotas y curiosidades para comprender mejor la importancia de la tabla periódica y su influencia en la Historia.

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