La descomposición de la materia orgánica es un proceso fundamental en el reciclado del Carbono (C), tanto en los ecosistemas terrestres como acuáticos, lo que asegura el mantenimiento de las cadenas tróficas. En los cauces de zonas áridas, la materia orgánica alóctona está expuesta, dadas las condiciones naturales de las mismas, a una fotodegradación por la acción de las intensa radiación solar y a periodos de intermitencia hidrológica. El efecto que ambos factores tienen sobre su posterior utilización en el medio terrestre y acuático es desconocida.

En esta propuesta se aborda el análisis, bajo condiciones de campo, del modo, la tasa y los actores implicados en el reciclaje de este C, que condiciona el flujo de energía entre los distintos compartimentos del ecosistemas ripario-fluvial. Es sabido que el procesamiento, descomposición y reciclado del C es un proceso fundamentalmente microbiano (bacterias y hongos principalmente) aunque no se conoce el detalle de su contribución relativa.

Sin embargo una nueva disciplina, la metagenómica, abordada en la presente propuesta, permitirá e analizar de forma detallada estas comunidades y sus variaciones en campo, frente a cambios en las condiciones ambientales. Otro aspecto desconocido y abordado en la presente propuesta es el papel que esta materia orgánica alóctona tiene en el metabolismo y en la retención de nitrógeno en ríos de zonas áridas.

Estos resultados tienen un importante impacto en la gestión de los mismos como una herramienta útil en el control de la calidad del agua. En este sentido, el impacto social y económico de estos resultados es también destacable.

Por último, dada la naturaleza salina de muchos de los ríos áridos mediterráneos la presencia de sales en el agua es un aspecto que no puede ser dejado de lado en el estudio de la descomposición en el medio acuático, especialmente cuando los escasos resultados existentes al respecto parecen se algo contradictorios.

Esta falta de información choca con que el incremento de la influencia antrópica sobre las cuencas hidrológicas ha originado una alteración de la salinidad de los mismos produciendo, tanto una salinización secundaria de los cauces de agua dulce, como una dulcificación de los cauces de aguas salinas, lo que podría ocasionar importantes cambios tanto a nivel estructural como funcional en estos ecosistemas.

Finalmente, tanto el incremento de la salinidad, como la reducción de los caudales y la intensidad de la radiación solar, son posibles consecuencias que el cambio climático puede tener sobre los sistemas fluviales, siendo la región mediterránea la más vulnerable al cambio global en el contexto europeo, lo que destaca la idoneidad y oportunidad de la presente propuesta.