La enseñanza de la historia en la creación de identidades colectivas se muestra como un elemento clave que no ha sido descuidado por los poderes públicos a lo largo del tiempo (Carretero, 2007). Hoy en día, en un marco dominado por la globalización y por la multiculturalidad, la historia sigue poseyendo un valor incuestionable en los currículos educativos como elemento forjador de identidad, si bien esa identidad ha de construirse sobre la base de elementos culturales que ayuden a forjar sociedades culturalmente diversas y democráticas (Laszlo, 2013).

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Patrimonio como elemento clave

En ese sentido, la idea de patrimonio como elemento clave que define aquellos elementos del pasado que han de ser referentes culturales y, por tanto, transmisores de identidad, juega un papel crucial. Usar el patrimonio como clave de nuestro acervo cultural que nos ayuda a identificarnos a la par que lo convertimos en instrumento indispensable para hacer de la historia un potenciador de una sociedad más tolerante y abierta a los cambios que nos demanda el siglo XXI es el reto que este proyecto plantea.

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Reconocimiento de la didáctica patrimonial

Dentro del campo de la Didáctica de las Ciencias Sociales el reconocimiento de la didáctica patrimonial ya es un hecho, con un auge importante en los últimos años (Santacana, 2013). Sin embargo, el carácter innovador de este proyecto radica en cómo plantear el patrimonio y su enseñanza en Educación Secundaria, desde la base del desarrollo de un pensamiento histórico de calidad.

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Pensamiento histórico de calidad

1. Desarrollar una visión crítica en el alumnado sobre la construcción de los discursos narrativos históricos (Wineburg, 2010), o lo que es lo mismo, el desarrollo del pensamiento crítico;
2. Que el patrimonio se convierta en una fuente primaria de información que ha de ser sometida a un proceso de análisis y reflexión previo a su uso como elemento empírico que sustenta las interpretaciones históricas, es decir, el desarrollo del pensamiento científico;
3. Que el alumno elabore narrativas históricas alternativas entendiendo que la función de la historia como disciplina es comprender el pasado mediante la formulación de interrogantes e hipótesis sobre las fuentes que se consideran válidas para un argumentación razonada. La formulación de interrogantes, originalidad en el uso de fuentes y tratamiento de las mismas implican el desarrollo del pensamiento creativo.

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Importancia del patrimonio como testigo del pasado

Desde este planteamiento, y ante la necesidad de entender la importancia del patrimonio como testigo del pasado que nos ayuda a entender por qué somos como somos, cabe preguntarse: ¿Se puede desarrollar un pensamiento histórico de calidad y una identidad colectiva crítica en el alumnado de Educación Secundaria a través del patrimonio material e inmaterial como fuente histórica primaria?