El control biológico ha demostrado ser un método de control de plagas eficiente y robusto. Sin embargo, existen serias limitaciones en su implementación en algunos cultivos, áreas y/o periodos del año, que comprometen su eficacia a lo largo del ciclo de cultivo y dificultan su expansión a otros cultivos o zonas agrícolas. Hay limitaciones para el establecimiento y éxito de los protocolos de control biológico por condiciones ambientales, adaptación a cultivos, compatibilidad con fitosanitarios, etc.

Las especies de enemigos naturales están adaptadas a su ambiente natural a través de la selección natural. Sin embargo, las condiciones donde los agentes de control biológico deben ejercer su acción beneficiosa (cultivos, invernaderos) suelen ser muy distintas a las naturales. Por ello, los caracteres óptimos para su rendimiento en los distintos agrosistemas deben ser seleccionados mediante selección artificial.

Por tanto, una posibilidad real de progreso en el control biológico es la mejora genética de los agentes de control biológico para dar respuesta a los retos presentes y futuros, como el cambio climático. Al igual que ha ocurrido en la evolución de la agricultura con las variedades de plantas y las razas de animales, la selección artificial de agentes de control biológico con determinadas características puede contribuir de manera decisiva a un mayor éxito del control biológico.

Nuestro grupo lleva a cabo un programa de mejora genética de uno de los principales agentes utilizados en control biológico, Orius laevigatus (Fieber) (Hemiptera: Anthocoridae). Entre los distintos caracteres que estamos mejorando se encuentran una mayor fecundidad, mayor tamaño corporal, mejor tolerancia a temperaturas extremas, mayor supervivencia con alimento alternativo, y mayor resistencia a la exposición a toxinas sintéticas o naturales. En concreto, ya tenemos seleccionada una raza de Orius con una elevada resistencia a spinosad, piretroides y piretrina naturales.

Las piretrinas naturales son extractos vegetales de plantas del género Chrysantemum, y son muy utilizadas en agricultura ecológica por su bajísima o nula toxicidad. Los piretroides son derivados sintéticos de las piretrinas naturales y también muestran un excelente perfil ecotoxicológico. El spinosad es también un compuesto de origen natural, siendo producido por un microorganismo, y presenta una alta especificidad contra trips, orugas y dípteros.

Las piretrinas naturales y el spinosad están autorizados para su uso en agricultura ecológica. Sin embargo, presentan cierta incompatibilidades con los enemigos naturales, especialmente las piretrinas naturales, lo que hace que paradójicamente el control biológico sea muy complicado en agricultura ecológica.

Quizás la mayor dificultad en el establecimiento y supervivencia de un enemigo natural en un cultivo es la compatibilidad con los plaguicidas, sintéticos o naturales, necesarios para controlar plagas principales y secundarias. Por tanto, el contar con razas de Orius con tolerancia a spinosad, piretroides y piretrinas naturales facilitará el control biológico a pesar de algún tratamiento puntual con estos productos.

Esta prueba de concepto pretende comprobar en condiciones reales de campo la viabilidad técnica de nuestra raza de Orius seleccionada resistente a spinosad y piretrinas naturales, comprobando su eficacia como agente de control biológico mediante ensayos de campo.