En este congreso se aborda el problema que plantea para la seguridad vial el deterioro de las aptitudes psicofísicas del conductor senior; el insuficiente control por parte de los Centros de Reconocimiento de Conductores y en especial el papel que en este escenario juega el deber de confidencialidad del médico que, por razón de su oficio, las descubre en un paciente que está autorizado para conducir.

Con este Congreso queremos contribuir al debate existente en los sectores afectados y que con las conclusiones que se alcancen en el mismo se pueda arrojar luz sobre una posible reforma del Real Decreto Legislativo 6/2015, de 30 de octubre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial para incorporar en él la obligación legal para el médico de comunicar la situación de un paciente que lo incapacita para conducir.

Todo ello en el marco de la tensión existente entre el interés general de la seguridad vial y la protección de datos de la salud.

Igualmente se aprovecha el marco creado para evaluar la aparición de nuevas tecnologías que faciliten la movilidad de las personas mayores contribuyendo de manera significativa a establecer una imagen social más positiva del conductor mayor, y a perfilar nuevos horizontes de seguridad vial.