Espacios y experiencias (POS)domésticas queer en el arte y la cultura visual del mundo contemporáneo.
Las implicaciones y vivencias en el espacio público de colectivos históricamente oprimidos parecen ser claras y han sido investigadas, pero, ¿qué sucede con el hogar? Invisibilizada y pasada por alto, en la mayoría de las ocasiones, la relación entre las minorías sexuales disidentes y el espacio doméstico se torna fundamental. No en vano, la sociabilización comienza en los muros del hogar: es aquí donde los seres humanos comenzamos a adentrarnos en el mundo y a aprehender las estructuras socioculturales básicas, todas ellas asentadas, en la mayoría de los casos, en una heteronormatividad presupuesta. Mark Wigley, en Sexuality & Space (1992), ya lo puntualizó agudamente afirmando que la casa apenas era abordada de los análisis espaciales y arquitectónicos en clave de género, ¿como si fuera inocente de la violencia que parece acoger en su interior? Así, y en continuidad con el sustrato feminista, el presente proyecto pretende analizar las relaciones que los sujetos sexodisidentes han tenido con el espacio privado y doméstico. El análisis crítico de la domesticidad desde perspectivas queer y LGTBI ha comenzado a ser recientemente apuntado, señalando cómo el mismo está asentado en estructuras normativas defendidas por la familia, cuyos valores heterodominantes se convierten en fiscalizadores de cada movimiento. La casa se convierte así en un lugar donde la sexualidad disidente debe no solamente esconderse en el armario, sino ser ocultada mediante la performativización de identidades no conflictivas con el seno familiar. Las consecuencias fueron claras: los sujetos sexodisidentes se vieron también expulsados física y simbólicamente del mismo, obligados a vagar por los márgenes de un espacio público que era hostil y violento, privados de habitar una domesticidad afable. Desde el punto de vista bibliográfico, se encuentran aisladas aproximaciones a este objeto de estudio, reducidas al ámbito de la sociología y la teoría de género, principalmente en el artículo ¿Wherever I Lay My Girlfriend, That¿s My Home: The Performance and Surveillance of Lesbian Identities in Domestic Environments,¿ en el libro Mapping Desire: Geographies of Sexualities (1995); en ¿Lesbians at Home,¿ en Lesbian Geographies: Gender, Place and Power (2016); o recientemente en Queering the interior (2018). Sin embargo, estos textos y debates no han sido todavía aplicados al arte contemporáneo, ni cartografiada dicha temática en el mismo. Así, debemos preguntarnos: ¿qué sucede ahora en la contemporaneidad? ¿Qué relaciones se establecen entre las minorías LGTBI y el espacio privado? ¿Puede este ser releído en clave queer? Y, sobre todo, ¿cómo estas preguntas y reflexiones han penetrado el arte contemporáneo y la cultura visual y qué conclusiones se pueden extraer de las mismas? Para ello, se propondrá continuar la exploración y desarrollo teórico de visiones y posiciones contemporáneas de la experiencia doméstica disidente. Destacarán Andrew Gorman-Murray con su concepto de ¿queer domesticity¿, como una manera particular de vivencia doméstica por las minorías LGTBIQ; Paul B. Preciado y su idea de ¿posdomesticidad¿, esbozada en su libro Pornotopía (2010); o el concepto de ¿posdomesticidad queer¿, entre otros. Es esta línea la que pretende seguir mi tesis: explorar las diferentes vivencias de los entornos domésticos; analizar su actual devenir teórico y sociológico y observar principalmente cómo diferentes artistas queer han problematizado estos enfoques en su arte y en diferentes manifestaciones de la cultura visual.