Control de la autofagia por rutas de señalización intracelular en respuesta al déficit nutricional.
El principal estímulo al que se encuentran sometidos los seres vivos en el ambiente es la limitación en la disponibilidad de nutrientes. En estas condiciones de carencia, la principal respuesta que activan las células es la autofagia. En ella lo que hacen las células es degradar sus propias estructuras y moléculas para así obtener esos nutrientes que no están disponibles en el medio.
La autofagia permite que las células hagan limpieza y eliminen todas aquellas estructuras que se encuentran dañadas por la propia actividad celular. La eliminación de esos componentes genera un rejuvenecimiento a nivel funcional, permitiendo a las células llevar a cabo sus funciones sin tener por medio esos factores que interfieren en su correcto funcionamiento. De hecho, es tal la importancia de realizar esta limpieza de forma adecuada, si no se lleva a cabo las células comienzan a acumular daños.
Estos errores en organismos superiores como el ser humano pueden desencadenar el desarrollo de ciertas patologías como cáncer. Es más alteraciones en este proceso se han asociado con numerosos desórdenes patológicos en humanos aparte del cáncer, encontrando implicación en el correcto funcionamiento del sistema inmunitario, diabetes, enfermedades cardiacas y enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson y el Alzheimer, entre otras.
Es por ello que el análisis de la regulación la autofagia es enormemente relevante, para comprender mejor este proceso esencial para la supervivencia celular.