Sensor óptico polimérico de azufre acumulado incorporado a matrices termoplásticas con aplicaciones en plasticultura.
Los plásticos son una de las mayores fuentes de contaminación de los mares y océanos. No sólo su acumulación está siendo un problema para la flora y fauna marina, sino que la presencia de microplásticos está llegando a la cadena alimentaria. Es por ello esencial intentar reducir su consumo, por un lado, pero también aumentar la vida útil de estos materiales para disminuir la cantidad de residuos.
Problema: El uso limitado de pesticidas en la industria hortofrutícola ha provocado que el azufre elemental en polvo o sublimado el único tratamiento permitido contra enfermedades de hongos.
Consecuencia: Este azufre elemental es capaz de pasar a la cubierta de invernadero por vaporización en los sublimadores colocados en diferentes zonas del invernadero, que consisten en cazoletas llenas de azufre y colocadas en resistencias para su calentamiento. Su acumulación en las cubiertas de invernadero degradan los aditivos estabilizantes que contienen estos plásticos, por lo que la degradación de la cubierta por acción de la luz solar se ve incrementada.
Objetivo: Desarrollar una lámina indicadora que va adherida a la cubierta del plástico y que sea sensible a la presencia de exceso de azufre.
El azufre elemental que llega a la cubierta de invernadero en forma de gas, se oxida por el contacto con el aire transformándose en SO2 y SO3, gases que en contacto con la humedad ambiente se transforman en ácido sulfúrico, especie ácida que reacciona con los estabilizantes de la cubierta. El sensor llevará incluidas una serie de sustancias químicas que varían de color según la cantidad de ácido presente en la cubierta. Ese color se podrá relacionar fácilmente con la cantidad de azufre que se ha vaporizado y depositado sobre el plástico.
De esta forma se puede determinar si se está aplicando un exceso de azufre al cultivo y retirar las cazoletas cono este elemento hasta que el sensor vuelva a cambiar de color.
Beneficios: La reducción de azufre mejorará la estabilidad de los aditivos del plástico de la cubierta, reduciendo así su degradación e incrementando el tiempo de vida medio de los plásticos de invernadero de tres a cinco años. Esto supone un importante avance tecnológico ya que los cultivos de invernadero suponen 750.000 hectáreas en el mundo. Sólo en la Región de Murcia se producen más de 20.000 toneladas de plástico para invernadero.
Por lo tanto, la reducción de residuos plásticos provenientes de la plasticultura se puede ver reducida alrededor de un 60%.