La regulación redox tiene un papel crucial en la biología vegetal como respuesta al estrés oxidativo asociado al desarrollo y crecimiento de las plantas en condiciones adversas como la salinidad y los cambios en la duración e intensidad luminosa, entre otras. La salinidad es un estrés abiótico que afecta cada vez a más superficie de cultivos en zonas como nuestra Región de Murcia.

Dada la importancia que tiene la regulación post-traduccional proteica, concretamente la regulación redox por oxidación de residuos de cisteína y más novedosamente por persulfuración, sobre proteínas clave de procesos implicados en la respuesta de plantas a estrés salino, en este proyecto consolidaremos y extenderemos nuestro conocimiento sobre la implicación de la proteína redox tiorredoxina (TRXo1) como reguladora de nuevas proteínas diana implicadas en dicha respuesta.

Entre estas dianas analizaremos aquellas relacionadas con la señalización por la fitohormona ácido abscísico (ABA), junto con el proceso de persulfuración proteica asociado y la influencia que esta regulación redox pudiera tener sobre los cambios que se producen en los niveles de calcio en el citosol durante el proceso de cierre estomático. Para llevar a cabo estos estudios analizaremos la respuesta de plantas deficientes y sobre-expresantes en Attrxo1 y dobles mutantes Attrxo1/ntrb crecidas en condiciones de salinidad.

Así mismo pretendemos consolidar nuestro conocimiento sobre el sistema TRX/Peroxirredoxina PRX/Sulfirredoxina SRX, dirigiendo nuestra investigación hacia una nueva perspectiva de control del metabolismo, como es el ejercido por ciclos diarios de luz/oscuridad, analizando en los mutantes de AtTRXo1 crecidos en salinidad, el estado oxidativo de sus dianas PRXIIF y SRX, teniendo en cuenta el papel central que ejerce la TRXo1 como pieza clave para la actividad de este sistema antioxidante.

La manipulación de las vías de señalización del ABA y de los sistemas antioxidantes para el desarrollo de cultivos tolerantes al estrés y, con mayores rendimientos y mínimas pérdidas post-cosecha, supone un reto factible y puede desempeñar en un futuro próximo un papel importante en el mantenimiento de la agricultura en condiciones de cambio climático como las actuales, dirigiendo la investigación básica hacia la transferencia biotecnológica.