El número de pacientes en tratamiento anticoagulante está aumentando significativamente en los últimos años. Se estima que más de 800.000 pacientes se encuentran anticoagulados en España, fundamentalmente por fibrilación auricular (FA). Dado que en la mayoría de los casos se trata de un tratamiento crónico, es posible que la adherencia terapéutica se vea afectada por diferentes motivos (olvidos o descuidos, falta de información, no entender o malinterpretar las instrucciones, errores, efectos adversos, negación de la enfermedad), y en ocasiones incluso se produzca un abandono de la medicación. Para los pacientes en tratamiento antagonistas de la vitamina K (AVK) existen modelos bien establecidos de educación y manejo que han demostrado resultados positivos. Sin embargo, estos modelos todavía no existen para los anticoagulantes orales de acción directa (ACODs), o no han sido validados hasta el momento.

Por ello, es de gran importancia averiguar los factores que influyen en la adherencia y persistencia con estos fármacos para detectar a posibles pacientes en riesgo y establecer las medidas más eficientes, y al mismo tiempo una estricta adherencia a la medicación para maximizar los beneficios del tratamiento y disminuir los eventos adversos resulta crucial.

Resultados científicamente interesantes

Los resultados de este estudio pueden ser de gran interés científico. Por un lado, podremos conocer si los pacientes que toman ACODs tienen unas tasas de adherencia/persistencia adecuadas, de un área no muy explorada en relación a estos fármacos. Adicionalmente, identificaremos las variables asociadas con una adecuada o pobre adherencia, y comprobaremos si una baja adherencia/persistencia se asocia con un mayor riesgo de eventos adversos. Estos dos factores pueden ser muy relevantes a nivel asistencial, puesto que permitirán optimizar el manejo del paciente.

A su vez, ser capaces de identificar las variables asociadas con una pobre adherencia/persistencia de forma precoz, provocará que podamos actuar sobre ellas, lo que redundará en un ahorro del gasto sanitario, tanto para el sistema de salud como para el paciente. En definitiva, los resultados derivados de este estudio aumentarán nuestra comprensión global de los ACODs y del manejo del paciente con FA, permitiendo una mejora de nuestra práctica clínica, en la calidad de vida del paciente y en la reducción de eventos clínicos adversos.