Los ritmos circadianos son patrones biológicos con una periodicidad aproximada de 24 horas. El sistema circadiano se sincroniza principalmente por la exposición a luz, pero otros estímulos como los horarios de alimentación son capaces de poner en hora los relojes moleculares de nuestro organismo.

De hecho, cuando nuestros horarios de alimentación se desacoplan de los ritmos biológicos (tiempo metabólico desincronizado) hay más probabilidad de sufrir disrupción circadiana, un estado patológico que predispone a sufrir enfermedades cardiovasculares, inmunes y oncológicas.

Además, estudios intervencionistas en modelos animales han mostrado que modificaciones en los horarios de ayuno y alimentación pueden mejorar la sensibilidad a la insulina y el metabolismo de la glucosa en general.

Por ello, en un contexto de horarios de alimentación variables a nivel individual y poblacional, surge como necesidad dilucidar el impacto de este ritmo comportamental en la salud del ser humano, que podría ser tan importante como la cantidad y composición del alimento.

En este proyecto se propone como hipótesis principal que las personas con un horario de alimentación no sincronizado al resto de ritmos biológicos tienen una peor salud circadiana y metabólica. Para poner a prueba esta premisa se caracterizarán los horarios de alimentación de una muestra representativa de personas susceptibles de sufrir disrupción circadiana, clasificándolas respecto a su grado de sincronización.

Para ello se utilizará el dispositivo vestible Kronowise® (desarrollado en la Universidad de Murcia), que recogerá de forma pasiva numerosas variables de interés circadiano (temperatura de la piel, actividad física, exposición a luz), permitiendo un abordaje integral y no invasivo.

Por otra parte, se analizará el impacto de la sincronización de los horarios de alimentación en el perfil glicémico de los voluntarios mediante parches medidores de glucosa en plasma y se pondrán a prueba algunos biomarcadores para el tiempo metabólico en saliva.

Por último, de forma complementaria, se estudiará el perfil genético de los participantes respecto a algunos polimorfismos del gen de la melanopsina humana (Opn4) relacionados con insomnio y retraso de fase, con el fin de evaluar un posible nexo entre la exposición a luz y los horarios de alimentación.

En definitiva, este proyecto pretende asentar el ritmo de ingesta/ayuno dentro del estudio de los ritmos biológicos a través de dispositivos vestibles, estableciendo valores de referencia representativos en un contexto fiel al mundo real.

Además, los datos derivados de este trabajo podrán abrir nuevos frentes para el futuro, tales como intervenciones del horario de alimentación en personas con patologías metabólicas y el desarrollo de algoritmos para detectar los momentos de ingesta mediante dispositivos vestibles.