La despoblación es, junto con el cambio climático, uno de los desafíos más urgentes y relevantes a los que se enfrenta el planeta en la actualidad. Ahora bien, esta problemática no es reciente, sino que lleva manifestándose desde hace décadas. Las zonas rurales de muchos Estados miembros de la UE han experimentado la despoblación, y enfrentan una variedad de desafíos socioeconómicos y ambientales de primer nivel: menores ingresos per cápita, mayor porcentaje de población en riesgo de pobreza y exclusión social, falta de acceso a infraestructuras y servicios básicos, etc.

El 30 de junio de 2021, la Comisión Europea comunicaba su visión a largo plazo para las zonas rurales, identificando áreas de acción con vistas a darles un nuevo impulso. Las medidas relacionadas con la renovación de los pueblos y las acciones LEADER se consideran bien orientadas y pertinentes para las carencias locales, aunque representan una pequeña proporción de la financiación de la PAC.

Las recomendaciones sobre sus planes estratégicos destacan una serie de temas recurrentes relacionados con las necesidades de crear empleo (sobre todo joven y femenino), educación y formación, promover el relevo generacional, mejorar la conectividad y abordar el papel desempeñado por la acción emprendida a nivel local. Parece necesario, por tanto, generar un "pacto rural" para involucrar a los actores implicados a nivel de la UE, nacional, regional y local.

Para realizarlo es preciso conocer las dinámicas y las necesidades reales de las áreas rurales en sus múltiples interacciones. El congreso propuesto puede servir como base de análisis de posibles acciones de transformación y resiliencia en el medio rural, conformando un evento que dé visibilidad y manifieste de forma clara la gravedad adquirida por el fenómeno de la despoblación.