Inducción de bacterias modificadas genéticamente para activar la respuesta inmunitaria antitumoral (NEOANTITUM)
Según la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) en 2020, el cáncer de mama se convirtió en el tipo de cáncer más comúnmente diagnosticado a nivel mundial: alrededor de 2,26 millones de mujeres fueron diagnosticadas con cáncer de mama y alrededor de 685000 mujeres murieron a causa de la enfermedad.
Los tumores acumulan elevadas mutaciones propias de cada tipo, lo que dificulta la aplicación de una única terapia a diferentes pacientes oncológicos. La cantidad de proteínas mutadas, su cantidad y su inmunogenicidad podrían estimular el sistema inmunológico de manera adecuada para tratar específicamente un tumor concreto. De hecho, los mayores avances en tratamientos antineoplásicos del último año provienen de la inhibición de las señales tolerogénicas que las células cancerosas mandan al sistema inmunológico.
Según algunos metaanálisis, la relevancia pronóstica de la carga mutacional del tumor (TMB) en el cáncer de mama tiene un alcance limitado pero, sin embargo, un TMB alto puede estar asociado con una supervivencia más prolongada solo con el tratamiento basado en inhibidores de puntos de control inmunitario (ICI).
El papel de la translocación bacteriana en las enfermedades inflamatorias ha demostrado que las bacterias de la mucosa colónica pueden llegar al ganglio linfático y al torrente sanguíneo, favoreciendo potencialmente la presentación de ciertos antígenos a las células inmunes. De hecho, existen numerosos ensayos clínicos probando diferentes estrategias de vacunas bacterianas, pero ninguna de ellas aprovechando la vía natural digestiva de la translocación.