La empresa no puede entenderse como un ente aislado en sí mismo, ya que se encuentra inmersa en un entorno económico, social y político con el que establece una serie de interrelaciones biunívocas imprescindibles para su buen funcionamiento. Las industrias se abastecen de las materias primas que la naturaleza les proporciona y a su vez emiten residuos, estableciendo unos flujos de entrada y salida que las conectan con el medio ambiente de forma ineludible.

Los efectos negativos del desarrollo económico sobre el medio ambiente vienen teniéndose en cuenta desde hace años, sin embargo, no ha sido hasta la década de los ochenta, cuando nuestras sociedades y sus gobiernos, han empezado a reaccionar, con la incorporación de unas medidas tendentes a un entendimiento equilibrado entre el medio ambiente y los procesos derivados de la actuación humana, integrando el factor medioambiental dentro de un Sistema de Gestión Empresarial, y considerándolo como un aspecto de importancia decisiva y una auténtica ventaja competitiva frente a sus iguales. No obstante, la lucha por alcanzar un buen estado ambiental genera unos costes económicos bastante elevados, por lo que el gran reto al que las empresas deben enfrentarse es encontrar en el medio ambiente una fórmula de modernización industrial, así como nuevos campos de actividad, investigación y empleo.

De esta forma, la identificación de los aspectos medioambientales y la evaluación de los efectos asociados a una actividad empresarial o industrial, se convierte en una herramienta fundamental para conocer el impacto medioambiental que generan las actividades, productos o servicios, y poder establecer unos objetivos y metas medioambientales.

El Centro Tecnológico del Metal desempeña una gran labor de difusión de tecnología, para lo cual se realizan numerosas visitas a empresas. En el transcurso de estas visitas se ha captado la necesidad en un gran número de ellas de realizar estudios en profundidad de sus sistemas productivos para identificar sus principales aspectos ambientales y minimizar sus impactos sobre el medio ambiente.

Ante estas circunstancias, el Centro Tecnológico ha creado un departamento para la mejora ambiental en diferentes empresas, minimizando los consumos y residuos generados, y optimizando los procesos con el uso de la tecnología más adecuada.

Objetivos del Proyecto

1. Estudio de la tecnología más adecuada en el proceso
2. Minimizar los consumos de los procesos de fabricación
3. Minimizar residuos, vertidos, emisiones de contaminantes atmosféricos y ruido.
4. Diseñar la estructura del Sistema de Gestión Ambiental más adecuado a cada tipo de sistema de producción.
5. Reducción de costes al disminuir el tratamiento de residuos y efluentes, los consumos de energía, el uso de agua y de materias primas.
6. Aplicar la política de I+D+I a los elementos con incidencia ambiental.
7. Mejorar la competitividad, ya que una buena imagen medioambiental es valorada por proveedores y clientes.