El abandono de campos de cultivo es una práctica común milenaria, especialmente en áreas de suelos empobrecidos y de escasa rentabilidad económica o debido al éxodo rural y la escasez de mano de obra. En las últimas décadas, el abandono se ha extendido ampliamente en los países mediterráneos y se espera que aumente, debido a los cambios de las políticas de la UE, al efecto polarizador del turismo en el litoral e incluso a la incidencia del cambio climático.

Las consecuencias del abandono, desde el punto de vista de la degradación y erosión de los suelos son muy diferentes en función del ámbito en el que se produzcan y las características de los suelos o manejo anterior del mismo, por lo que el comportamiento del sistema ecogeomorfologico tras el abandono puede sufrir variaciones con el transcurso del tiempo. En regiones con precipitaciones abundantes y suelos bien desarrollados el abandono, generalmente, favorece la conservación de los suelos por la pronta regeneración de la vegetación. Por el contrario, en áreas semiáridas, de escasez de lluvias, suelos pobres y litologías deleznables, el abandono favorece la degradación de los suelos y acelera los procesos de erosión y de desertificación de manera muy acusada, por lo que existe una variabilidad de comportamientos, lo que justifica su estudio.

Por ello, la PAC de retirada de tierras no debería implicar de manera generalizada a todo el ámbito territorial, sino que deberían tenerse en cuenta las características particulares de los diferentes ambientes. Se hace necesario un estudio detallado de los efectos del abandono de campos de cultivos (positivos o negativos) que ayude a las administraciones responsables a dirigir sus políticas agrarias o de conservación de suelos, con el fin de evitar o minimizar los procesos de desertificación del territorio.

El objetivo de este proyecto es realizar una investigación de manera global, de una región semiárida, la Región de Murcia, evaluando las superficies abandonadas, sus causas y consecuencias. El estudio se realizará a dos escalas espaciales:

1. A escala provincial se pretende evaluar los territorios en la actualidad en abandono y, en la medida de lo posible, el tipo de abandono y su grado de evolución.
2. A escala de áreas piloto seleccionadas, se pretende estudiar tanto aspectos positivos como negativos del abandono. Se realizará un estudio detallado centrado en parámetros: edáficos, hidrológicos, morfológicos, procesos erosivos y dinamismo de la vegetación y fauna. Se llevarán a cabo muestreos de suelos y de vegetación, así como estudios de procesos de erosión en todas las áreas seleccionadas y en las áreas vecinas sin abandonar, al objeto de poner conocer el estado actual de degradación o recuperación de los distintos campos.

El estudio se completará con la realización de una cartografía regional para ambas provincias, en donde se localicen las áreas en abandono y su estado. Se pretende llegar a determinar distintos niveles de degradación, consecuencia del abandono, en función de sus características medioambientales y de la extrapolación de resultados de las áreas piloto estudiadas. También se tratará de determinar aquellas zonas que pudieran ser consideradas como frágiles si en un futuro se abandonaran en función de su posterior evolución fito-edáfica.

Recomendaciones: Finalmente se harán distintas recomendaciones de gestión a los agricultores y administraciones responsables de la conservación, mantenimiento o recuperación de estos terrenos.