Apoyo al control de calidad de las diferentes aguas existentes en la industria alimentaria
En la industria agroalimentaria, en particular en el sector de transformados vegetales, el agua es una materia prima imprescindible para el desarrollo de su actividad y se utiliza en numerosas operaciones y procesos. Este sector es una de las actividades industriales que tiene un mayor consumo de agua y el que más consume si hablamos de agua de calidad de consumo humano.
Considerando que estamos tratando con aguas de uso alimentario que pueden tener una repercusión en la salud humana, es obvio que existe una normativa que regula este uso. La normativa vigente obliga a mantener frecuentes controles periódicos de la calidad del agua con el fin de asegurar su calidad de uso y el control sanitario del mismo.
Las aguas residuales de este tipo de industria se caracterizan por una contaminación de tipo orgánico y en menor medida de sales determinada por el tipo de actividad que se desarrolle en la empresa, existiendo diferencias significativas en función o del tipo de actividad alimentaria que se desarrolle y de los procesos productivos llevados a cabo.
Por ello la formación de un técnico en el control de calidad de este tipo de aguas, no sólo debe de centrarse en el control de calidad de estas aguas, sino también las diferencias derivadas de las propias actividades así como de los distintos procesos industriales llevados a cabo por las mismas. Como es lógico, el tratamiento y vertido de estas aguas también está regulado por la normativa.
En concreto la legislación obliga al tratamiento previo al vertido, es decir a la instalación de depuradoras, y al vertido de las aguas residuales depuradas con unos límites máximos de vertido fijados en la normativa (Decreto 16/1999 de vertido a saneamiento público, planes de cuenca, ley 4/2009).
Otros tipos de aguas que se utilizan en la industria alimentaria y que también disponen de normativa que regula su uso y calidad son por ejemplo el agua de caldera, el agua de las torres de refrigeración. En este caso, además de la normativa, existen normas de calidad que son necesarias para el funcionamiento correcto de los equipos.
Estas normas se basan, como no puede ser de otra manera en parámetros analíticos físico-químicos, microbiológicos y en criterios de explotación de los equipos utilizados.
Beca Ofrecida
En la beca ofercida proponemos la formación de un técnico de laboratorio de apoyo al control de calidad de las aguas de consumo, residuales y otras, en tres líneas de trabajo:
- Aprendizaje de las técnicas analíticas reguladas por las diferentes normativas y normas de calidad
- Aprendizaje del marco legal que regula el uso y control de las aguas utilizadas o generadas en la industria alimentaria
- Aprendizaje de las características y particularidades de los diferentes subsectores que componen la industria alimentaria.