El crimen en la doctrina jurídica europea: espacio común y singularidades territoriales.
La construcción de una teoría jurídica sobre los distintos tipos de crímenes, a partir de la doctrina de los glosadores y comentaristas bajomedievales, experimenta un desarrollo acelerado a partir del siglo XVI, con el Humanismo, hasta el punto de componer con toda minuciosidad un campo de conceptos y estructuras que identifican y delimitan las figuras delictivas y alcanzará persistencia hasta la revisión que se produzca con el advenimiento del Estado liberal de Derecho. Esta literatura jurídica sobre los crímenes se desarrolla dando lugar a una ciencia común en toda Europa, sobre las bases del Derecho romano-canónico, pero se enfrenta continuamente al perfil que los sistemas jurídicos penales presentan en cada uno de los reinos o principados, y aun en los Derechos locales -legales, forales y estatutarios- que forman parte de aquéllos. La riqueza de esta simultánea configuración de un pensamiento jurídico criminal europeo y de unas particularidades regionales o territoriales permite contemplar la evolución de la criminalística -en el ámbito de las Universidades y también de la práctica profesional, porque cada uno de ellos genera su propia literatura- en una doble dimensión que dota de sentido a una investigación que presente, con la dogmática propia de la Modernidad, la técnica concreta en la elaboración de cada figura delictiva, y la adecuación de su comprensión intelectual y enjuiciamiento a la luz de las circunstancias concretas espaciales y temporales, sociales, religiosas y económicas, que condicionaron su vigencia en la época, y también su evolución conforme a los cambios políticos y de toda índole que, de manera diferente, afectaron a cada uno de los territorios que vivieron bajo la interpretación de ese pensamiento jurídico común. El Proyecto tiene como finalidad la lectura y análisis de una amplia representación de la doctrina jurídica europea continental -española, italiana, francesa y alemana, fundamentalmente- para la exposición de las pautas técnicas teóricas y prácticas elaboradas con respecto a cada uno de los tipos de delito, partiendo de aquéllos que -como el homicidio- constituyen la base fundamental de la estructura del Derecho penal, en calidad de modelo tanto propiamente de la figura delictiva, cuanto de la pena legal ordinaria que se le aplica -la de muerte- en su relación con las valoraciones tópicas y casuísticas concretas, a tenor de las "qualitates" particulares, apreciadas por los jueces en el ejercicio de su discrecionalidad mediante la imposición de penas arbitrarias extraordinarias. La construcción de un sistema jurídico criminal europeo, desde el punto de vista doctrinal, incluye el estudio -por mor de esa adaptación a las circunstancias territoriales- de la función asumida por la maquinaria burocrática de la administración de justicia. La posibilidad metodológicamente de este planteamiento es tanto mayor cuanto que en efecto la doctrina europea muestra una preocupación, que supera los planteamientos bajomedievales más puramente especulativos, por el estilo propio de las instituciones administrativas que asumen la función judicial, concretando -y matizando- en ámbitos determinados una reflexión jurídica globalmente europea. Asimismo, al demostrar la obra de cada doctor un conocimiento pormenorizado de la literatura jurídica editada en el continente, se permite una exposición que refleje a la sazón la ciencia jurídica criminal común europea y las claves de una flexibilidad territorial.