Los ingenieros han soñado durante décadas con motores capaces de sentir las condiciones de trabajo por sí mismos, imitando la propiocepción de los humanos y seres vivos. Esto provocaría una revolución en equipamientos médicos y robótica gracias a su simplicidad de construcción y control.

Nuestro grupo ha estado trabajando en los últimos años en músculos artificiales de polímeros conductores (también nanotubos de carbono y grafeno) que se comportan como motores electroquímicos capaces de sentir, mientras trabajan, las condiciones mecánicas, térmicas y químicas de trabajo.

Recientemente se ha desarrollado un modelo electroquimio-mecánico que describe el dispositivo dual motor-sensor constituido por un polímero que intercambia aniones u otro que intercambia cationes. Todo el desarrollo se hizo con cuatro materiales básicos, intercambiando aniones o cationes durante las reacciones.

En el presente proyecto se pretende comprobar la validez del modelo de propiocepción artificial mediante el estudio de distintas familias de polímeros conductores y extendiéndolo a otros compuestos orgánicos o de base carbonsa, que sean activos electroquímicamente.