Nace en Albacete en 1986. En 2009 obtiene la licenciatura en Ciencias Ambientales por la Universidad de Murcia. A continuación cursa un máster en la Universidad de Murcia obteniendo el título en Gestión de la biodiversidad en ambientes mediterráneos en el año 2010. En el año 2016, finaliza el máster en formación de profesorado ESO y bachillerato en la Universidad Miguel Hernández de Elche. Entre 2011 y 2016 desarrolló su proyecto de tesis doctoral en el departamento Biología Vegetal (Botánica) de la Facultad de Biología de la Universidad de Murcia, bajo la dirección de la Dra. María J. Cano y el Dr. Juan A. Jiménez, obteniendo el grado de doctor en 2016 por la Universidad de Murcia. La financiación de su tesis doctoral corrió a cargo de una beca/contrato de Formación de Personal Investigador del Ministerio de Ciencia e Innovación. Durante el desarrollo de la tesis doctoral realizó tres estancias investigadoras en la Universidade de Brasilia en el año 2013 bajo la supervisión del Dr. Paulo Câmara, en el Naturhistoriska riksmuseet de Estocolmo, bajo la supervisión del Dr. Lars Hedenas y en la University of Connecticut, bajo la supervisión del Dr. Bernard Goffinet. Al final su tesis, realizó una estancia postdoctoral en Nicaragua gracias al programa Cruz del Sur de la Universidad de Murcia. Tras 6 meses, en el verano de 2017, volvió a la Universidad de Murcia para trabajar como investigadora postdoctoral en el grupo de investigación de Biología, Ecología y Evolución de Briófitos y Espermatófitos. En el año 2018 obtuvo una beca de la Fundación Séneca para realizar una estancia posdoctoral investigando acerca de los líquenes canadiense y sus microbiomas, en la Université Laval con el Dr. Juan Carlos Villarreal. Posee numerosas comunicaciones en congresos nacionales e internacionales y una veintena de publicaciones científicas en revistas de carácter nacional e internacional. Domina la lengua inglesa y tiene conocimientos de la lengua francesa.
La línea de investigación en la que estoy trabajando gracias a la beca postdoctoral de la Fundación SÉNECA pretender conocer la biología de varias especies de líquenes de la región de Quebec, en la costa este canadiense.
Mi trabajo se está desarrollando, principalmente, en lo que se conoce como Lichen Woodland (pessière a lichens, en francés), un tipo de dominio del bosque boreal caracterizado por la especie de liquen Cladonia stellaris. En este ecosistema, el liquen crece sobre el suelo formando grandes extensiones de terreno en las que, solo de forma ocasional, aparecen algunas especies arbóreas y arbustivas.
Las nuevas tecnologías de secuenciación de alto rendimiento nos brindan la posibilidad de estudiar los seres vivos desde una perspectiva genómica (a partir de su secuencia de ADN), permitiendo plantear estudios que hasta hace unos años eran inconcebibles. En nuestro caso, estamos usando estas herramientas para conocer la estructura genética de C. stellaris en Quebec y poder dilucidar qué poblaciones son genéticamente más similares entre sí. Nuestra hipótesis de partida es que aquellas poblaciones que comparten las mismas condiciones medioambientale son más similares entre sí, independientemente de su situación geográfica.
Por otro lado, gracias también a la secuenciación de alto rendimiento, estamos caracterizando el microbioma de cuatro especies de Cladonia. Se define microbioma como el conjunto de microorganismos (principalmente virus y bacterias) que viven asociados a otro organismo. En este caso, la hipótesis planteada es que la comunidad de bacterias y virus no depende solo del organismo hospedador (el liquen) sino que también se ve condicionada por factores ambientales, como pueden ser los incendios.
Concluido este proyecto, se conocerá (i) el origen de las poblaciones de C. stellaris en Quebec, (ii) la influencia de las variables ambientales sobre dichas poblaciones y (iii) la diversidad de bacterias y virus asociada a cuatro especies de Cladonia. Esta información permitirá predecir el comportamiento de los microorganismos y sus hospedadores en el contexto actual de cambio climático y esperamos que se tenga en cuenta a la hora de gestionar los ecosistemas de regiones árcticas, subárcticas y boreales, que tienen un gran valor ambiental, pero que se ven constantemente amenazados por intereses económicos
