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¿Es posible todavía pensar el devenir del tiempo?

“Ha comenzado la historia de las catástrofes”, decía Svetlana Alexiévich en su libro Voces de Chernóbil (2015). Una aseveración que parece verse confirmada al observar una serie de ‘advertencias’ como la aceleración, la explotación y la acumulación sin medida; fenómenos que amenazan con conducir hacia el colapso de la economía, de los propios cuerpos, de la naturaleza e, incluso, al fin de la propia supervivencia. “El futuro no se percibe ya como promesa, sino como el horizonte sombrío que se nos viene encima”, sugiere la investigadora Patricia García Gómez, del departamento de Historia del Arte de la Universidad de Murcia, quien se encuentra inmersa en el estudio de los anacronismos en el arte contemporáneo, así como de las heterocronías o alteraciones del ritmo al que se producen los procesos de desarrollo y cambio.

 

Son muchos los autores que, en épocas pasadas, afirmaron que se había perdido el rumbo y que no era posible explicar la contemporaneidad dentro del relato histórico. “El tiempo, en el presente, ya no dura, es una mera sucesión acelerada de acontecimientos que apenas se transforman en experiencia, que apenas pasan cuando ya se han olvidado, y que desbordan toda forma de relato. Después de decretarse el fin de la historia, pues, se estaría dando por acabado también el futuro”, reflexiona García Gómez.

 

Mientras tanto, queriendo huir del presente y del futuro, muchas miradas se vuelven hacia atrás, trayendo consigo el auge de ideologías que miran al pasado como supuesto ideal de grandeza. El presente, así, se cierra en una repetición sin salida, sin relato, sin horizontes y sin utopías, “y con los sueños fascistas de la ‘retrotopía’ (Bauman, 2017) pisándonos los talones”, según apunta en su proyecto de investigación. En este contexto, Patricia García plantea los siguientes interrogantes: ¿podemos experimentar el presente más allá de ese no-tiempo vacío, acelerado, repetitivo de la experiencia capitalista? ¿Podemos todavía pensar el futuro, es decir, el futuro como todavía-posibilidad, frente a la angustia del fin? ¿Es posible todavía hacer historia, es decir, pensar el devenir del tiempo?”.

 

Nuevas maneras de pensar el presente

En este momento “de crisis temporal urgente”, en el que los debates sobre el tiempo ocupan parte importante de las reflexiones académicas, pero también de las conversaciones del día a día, los investigadores abordan estas cuestiones a través del trabajo de algunos teóricos y artistas, entre los que destacan la analista cultural y videoartista Mieke Bal o el teórico del arte Georges Didi-Huberman, que reivindican nuevas maneras de enfrentarse al tiempo. “Nuevas maneras de pensar el presente para pensar la historia y el futuro, más allá de los relatos de continuidad lineal y de ese tiempo vaciado de sentido del presente”, puntualiza Patricia García, cuya investigación avanza por la vía de la experiencia estética como “camino capaz de generar huecos por donde escapar de nuestros hábitos temporales”. Una perspectiva desde la que trata de acercarse a una comprensión del tiempo que “ni mucho menos, está acabado”.

 

Patricia García Gómez, es contratada predoctoral de la Fundación Séneca en el departamento de Historia del Arte de la Universidad de Murcia, donde está llevando a cabo la Tesis Doctoral La imagen a des-tiempo: heterocronías y anacronismos en el arte contemporáneo.