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Una agricultura más sostenible, clave para un uso adecuado del agua

Cuando pensamos en opciones para combatir el cambio climático, lo primero que nos viene a la cabeza es la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera, lo cual, sin duda, es clave. Pero fácilmente pasamos por alto un sector estratégico que también tiene mucho que aportar en este sentido y que, además, es fundamental para el desarrollo socioeconómico en la Región de Murcia, como es el adecuado uso de los suelos agrícolas, concretamente, el de la agricultura de regadío.

 

El objetivo principal de los grupos de investigación que trabajan en esta área de actuación es el desarrollo de nuevas estrategias de programación y gestión de riegos deficitarios, nuevos prototipos para la programación de riego de precisión y la utilización de recursos hídricos alternativos, como son las aguas regeneradas procedentes de depuradoras urbanas o industriales. La base fundamental de estos desarrollos es un conocimiento profundo de las interacciones agua-suelo-planta, y específicamente de las respuestas eco-fisiológicas de los cultivos a situaciones adversas de crecimiento.

 

En la Región de Murcia, la agricultura es uno de los sectores más dinámicos y productivos, pero también más vulnerable al déficit hídrico, por lo que en los últimos años se ha puesto gran énfasis en mejorar la eficiencia del uso del agua, haciendo más sostenibles los sistemas de riego. Entre los avances conseguidos en el proyecto de los investigadores Juan José Alarcón y María Jesús Sánchez Blanco, del departamento de Riego del CEBAS-CSIC, se plantean nuevas tecnologías para el riego de precisión, la adopción de estrategias de riego deficitario y el empleo de aguas regeneradas en los principales cultivos de la Región como son los cítricos (mandarino, pomelo y limero), frutales de hueso (albaricoquero, melocotonero y nectarino), vid, granado, caqui o especies ornamentales (evónimo, durillo, hinojo y atriplex).

 

Para el riego de precisión se ha reforzado la investigación en el uso de indicadores de estado hídrico de la planta y del suelo (potencial de tallo, variaciones en la morfología y biomasa del sistema radical, etc.), que junto con el empleo de nuevos sensores (sondas capacitivas en suelo, dendrómetros en tronco, presión foliar, temperatura de la cubierta, etc.) permiten conocer en tiempo real las variaciones de estos indicadores biológicos. Se está trabajando en elaborar índices robustos para usarlos como criterios de riego, de forma que se aplique la cantidad de agua que necesite la planta en cada momento.

 

El uso de aguas residuales tratadaspara el riego es un recurso alternativo que hace posible disminuir los riesgos de contaminación del medio ambiente, ya que son una fuente importante de nutrientes para las plantas y reducen el uso de fertilizantes. Sin embargo, tienen una alta concentración de sales. Se están realizando estudios de eficiencia del uso del nitrógeno y del agua, así como del efecto de estas aguas regeneradas en la calidad de la planta y de los frutos.

 

Uso de bioestimulantes

Según apunta Juan José Alarcón “entre las técnicas agronómicaspara optimizar la eficiencia del uso del agua y los nutrientes destaca el uso de bioestimulantes, como micorrizas, complejos bacterianos, mezclas de microorganismos, etc., para minimizar los efectos negativos de las sales (por el uso de aguas regeneradas), o de los metales pesados (por el uso de sustratos contaminados) en el suelo y la planta. En estos ensayos se han estudiados los ciclos de los nutrientes y las relaciones agua-suelo-planta”.

 

A lo largo del proyecto se han desarrollado también modelos capaces de simular los efectos generados por distintas prácticas culturales (poda o aclareo de frutos) y distintas estrategias de riego deficitario controlado sobre la respuesta productiva y de calidad del fruto.

 

Además de la adquisición de nuevos conocimientos sobre la respuesta fisiológica de las plantas ante situaciones de estrés propias del área mediterránea, como son el déficit hídrico y/o salino, el principal producto de innovación de este proyecto es el desarrollo de soluciones prácticas y rentables para una mejora de los sistemas y estrategias de riego basadas en un análisis de indicadores del estado hídrico del sistema suelo-planta-atmósfera y el uso del agua regenerada. Una práctica que contribuirá, sin duda, al uso sostenible del agua en los agrosistemas mediterráneos respetuosos con el medio ambiente.

 

Juan José Alarcón Cabañero y María Jesús Sánchez Blanco son los investigadores principales del Grupo de Excelencia Científica de la Región de Murcia de la Fundación Séneca Gestión sostenible del agua en los sistemas agrícolas mediterráneos, del CEBAS-CSIC que promueve la gestión innovadora del agua en la agricultura en condiciones de sequía a través del estudio de las relaciones hídricas de las plantas.