<h1 id="page-title" class="title"> </h1><p><a class="_58cn" href="https://www.facebook.com/hashtag/tald%C3%ADacomohoy?source=feed_text&story_id=10153007125102979" data-ft="{"tn":"*N","type":104}"><span class="_58cl">#‎</span><span class="_58cm">Taldíacomohoy</span></a>, 19 de mayo, pero de 2009, fallecía Robert Furchgott, farmacólogo norteamericano, ganador del Premio Nobel de Medicina en 1998.</p><div class="field field-name-body field-type-text-with-summary field-label-above"><div class="field-items"><div class="field-item even"><p>Furchgott investigaba los efectos vasodilatadores de ciertos fármacos, intentando encontrar solución a problemas como la arterioesclerosis y la impotencia, y a síntomas como la tensión arterial alta. Sabemos que las arterias son tubos musculares que se expanden y se contraen para hacer que la sangre fluya a través del cuerpo y l<span class="text_exposed_show">legue a todos los tejidos y órganos. Cuando estos tubos, por diversas razones, están llenos de “suciedad interna” (por decirlo de alguna forma) la sangre no fluye bien. Una forma de solucionar el problema es ensanchar o dilatar los vasos.</span></p><p><span class="text_exposed_show"><br /> Furchgott observó que el efecto de los medicamentos vasodilatadores no eran siempre los mismos y demostró que de hecho dependían de si el endotelio de las arterias estaba intacto o dañado. El endotelio es una capa no muscular finísima que tapiza internamente todos los vasos sanguíneos. En esos años se pensaba que el endotelio era un tejido totalmente pasivo, al contrario que el muscular, una simple barrera física entre la sangre y los otros tejidos que facilitaba el intercambio gaseoso. Pero Furchgott probó que el endotelio jugaba un papel importante en la regulación de ese “tono vascular”, porque sus células sintetizaban unos factores que controlaban la relajación y contracción del músculo liso de la arteria. Por ello, cuando el endotelio estaba dañado los fármacos no hacían efecto.</span></p><p><span class="text_exposed_show"><br /> Así que Furchgott continuó investigando, esta vez para averiguar cuál era ese “factor de relajación derivado del endotelio”, como le llamó en un principio. Al tiempo determinó que ese factor era de hecho el óxido nítrico, mostrando a sus colegas investigadores escépticos que algo tan inestable como un simple gas era capaz de enviar importantes señales a tejidos y órganos vitales.<br /> Estos fueron los descubrimientos que le hicieron a Robert Furchgott célebre y merecedor de ese galardón que mencionábamos al principio: el Premio Nobel de Medicina.</span></p></div></div></div>
Tipo de Noticia:Pildora 50 segundos
Sección:Efemérides y Agenda
Fecha redacción:Jueves, 19 Mayo, 2016
Fecha estimada:Jueves, 19 Mayo, 2016
Fecha emisión:Jueves, 19 Mayo, 2016
Palabras clave:Nobel, medicina, efectos vasodilatadores, Robert Furchgott, fármacos
Emisión confirmada:si