Nace en Puerto Lumbreras en 1991. En 2013 obtiene el grado en Educación Primaria por la Universidad de Murcia, siendo premio extraordinario fin de carrera. A continuación cursa el Máster en Investigación e Innovación en Educación Infantil y Primaria en la Universidad de Murcia obteniendo el título de Máster en el año 2014. Simultáneamente, estudia el Grado en Lengua y Literatura Españolas por la UNED y es miembro del grupo de investigación sobre el papel de la mujer en el patrimonio oral murciano "Mujeres con Raíz". En el año 2015 obtiene una beca de la Fundación Séneca para realizar la tesis doctoral en la Universidad de Murcia. Actualmente, es presidenta de la Asociación de Jóvenes Investigadores de la Universidad de Murcia (AJIUM) y desarrolla un proyecto de innovación, en la etapa de secundaria, en el marco de su tesis doctoral. Posee comunicaciones en congresos nacionales e internacionales, así como publicaciones científicas en revistas de carácter nacional e internacional. Domina la lengua inglesa y tiene conocimientos de la lengua francesa.
La enseñanza de la historia en la creación de identidades colectivas se muestra como un elemento clave que no ha sido descuidado por los poderes públicos a lo largo del tiempo (Carretero, 2007). Hoy en día, en un marco dominado por la globalización y por la multiculturalidad, la historia sigue poseyendo un valor incuestionable en los currículos educativos como elemento forjador de identidad, si bien esa identidad ha de construirse sobre la base de elementos culturales que ayuden a forjar sociedades culturalmente diversas y democráticas (Laszlo, 2013).
En este sentido, la idea de patrimonio como elemento clave que define aquellos elementos del pasado que han de ser referentes culturales y, por tanto, transmisores de identidad, juega un papel crucial. Usar el patrimonio como clave de nuestro acervo cultural que nos ayuda a identificarnos a la par que lo convertimos en instrumento indispensable para hacer de la historia un potenciador de una sociedad más tolerante y abierta a los cambios que demanda el siglo XXI es el reto que este proyecto plantea.
La idea base de esta tesis doctoral radica en cómo utilizar el patrimonio en la enseñanza en Educación Secundaria, para que se produzca así el desarrollo de un pensamiento histórico de calidad. De esta forma, el patrimonio se convierte en instrumento para fomentar una conciencia histórica en el alumnado que evite que la herencia histórica se convierta en un lastre para avanzar hacia el futuro (Rüsen, 2007). En este sentido, el pensamiento histórico de calidad implica un pensamiento crítico, científico y creativo que puede ser desarrollo desde el propio patrimonio regional.
CIENCIAS SOCIALES
Director: Jorge Ortuño Molina
Codirector: Francisca José Serrano Pastor
DOCTORADO DE EDUCACIÓN
16/09/2015 - 28/11/2019
Defendida
