Región de Murcia
Fundación Séneca
FSE
Resumen:

<div class="field field-name-body field-type-text-with-summary field-label-above"><div class="field-items"><div class="field-label"><div class="field field-name-body field-type-text-with-summary field-label-above"><div class="field-items"><div class="field-item even"><p>Un día como hoy, 17 de febrero pero de 1600, Giordano Bruno, filósofo y poeta renacentista italiano, murió quemado en la hoguera, condenado por la Inquisición de Roma debido a sus revolucionarias ideas sobre el universo y la religión.</p><div class="field field-name-body field-type-text-with-summary field-label-above"><div class="field-items"><div class="field-item even"><p>Bruno fue uno de los espíritus más inquietos e indómitos de la Europa del siglo XVI. A los 17 años ingresó en un convento de la orden de los dominicos y a los 24 fue ordenado sacerdote.</p><p>Su insaciable curiosidad le llevó a leer los libros de Erasmo, prohibidos por la iglesia y a interesarse por la emergente literatura científica de la época, desde los alquimistas hasta la nueva astronomía de Copérnico. Bruno rechazaba como Copérnico que la Tierra fuera el centro del cosmos, pero no sólo eso; sostenía que existían otros soles, otros sistemas solares esparcidos por el universo, mundos donde seres semejantes a nosotros podrían rendir culto a su propio dios.</p><p>Bruno no dudaba en mantener acaloradas discusiones con sus compañeros de orden sobre estos temas, por lo que en 1575 fue acusado de herejía ante el inquisidor local, y decidió huir de Nápoles. Desde ese momento se convirtió en un fugitivo que iba de una ciudad a otra con la Inquisición pisándole los talones. Pasó por Roma, Génova, Turín, Padua, Milán, Ginebra, Lyon, París, Londres, Praga, Frankfurt, Zúrich, etc. Durante sus viajes, Bruno conoció a pensadores, filósofos y poetas que se sintieron atraídos por sus ideas y se convirtieron en verdaderos amigos, y escribió muchos trabajos sobre cosmología, física, magia y el arte de la memoria.</p><p>Según Bruno “ninguna de las religiones existentes es buena, porque todas, en alguna medida, son un instrumento de poder y empujan al ser humano a guerras fratricidas y luchas sangrientas”.&nbsp; Defendía la autonomía plena de pensamiento y de la ciencia, ya fuera religiosa, civil o académica. Admitió públicamente no entender el misterio de la Trinidad, ni la existencia de demonios y del infierno, donde las almas pueden quemarse toda la eternidad.</p><p>Un noble veneciano le invitó a trasladarse a su ciudad, pero después terminaría denunciándole por sus ideas herejes, así que en 1591 fue apresado por la Inquisición de Venecia, para luego ser trasladado a Roma, donde estuvo prisionero durante siete años. Finalmente fue declarado hereje y condenado a ser quemado vivo, y se ordenó que sus libros fueran quemados en la Plaza de San Pedro e incluidos en el índice de Libros Prohibidos.</p></div></div></div></div></div></div><br /><br /></div></div></div>

Tipo de Noticia:

Pildora 50 segundos

Sección:

Efemérides y Agenda

Fecha redacción:

Martes, 14 Febrero, 2017

Fecha estimada:

Martes, 14 Febrero, 2017

Fecha emisión:

Viernes, 17 Febrero, 2017

Palabras clave:

Giordano Bruno, universo, religión

Emisión confirmada:

si


Resumen:

<h1 id="page-title" class="title">&nbsp;</h1><div class="field field-name-body field-type-text-with-summary field-label-above"><div class="field-items"><div class="field-item even"><p>Un día como hoy, 17 de febrero pero de 1600, Giordano Bruno, filósofo y poeta renacentista italiano, murió quemado en la hoguera, condenado por la Inquisición de Roma debido a sus revolucionarias ideas sobre el universo y la religión.</p><div class="field field-name-body field-type-text-with-summary field-label-above"><div class="field-items"><div class="field-item even"><p>Bruno fue uno de los espíritus más inquietos e indómitos de la Europa del siglo XVI. A los 17 años ingresó en un convento de la orden de los dominicos y a los 24 fue ordenado sacerdote.</p><p>Su insaciable curiosidad le llevó a leer los libros de Erasmo, prohibidos por la iglesia y a interesarse por la emergente literatura científica de la época, desde los alquimistas hasta la nueva astronomía de Copérnico. Bruno rechazaba como Copérnico que la Tierra fuera el centro del cosmos, pero no sólo eso; sostenía que existían otros soles, otros sistemas solares esparcidos por el universo, mundos donde seres semejantes a nosotros podrían rendir culto a su propio dios.</p><p>Bruno no dudaba en mantener acaloradas discusiones con sus compañeros de orden sobre estos temas, por lo que en 1575 fue acusado de herejía ante el inquisidor local, y decidió huir de Nápoles. Desde ese momento se convirtió en un fugitivo que iba de una ciudad a otra con la Inquisición pisándole los talones. Pasó por Roma, Génova, Turín, Padua, Milán, Ginebra, Lyon, París, Londres, Praga, Frankfurt, Zúrich, etc. Durante sus viajes, Bruno conoció a pensadores, filósofos y poetas que se sintieron atraídos por sus ideas y se convirtieron en verdaderos amigos, y escribió muchos trabajos sobre cosmología, física, magia y el arte de la memoria.</p><p>Según Bruno “ninguna de las religiones existentes es buena, porque todas, en alguna medida, son un instrumento de poder y empujan al ser humano a guerras fratricidas y luchas sangrientas”.&nbsp; Defendía la autonomía plena de pensamiento y de la ciencia, ya fuera religiosa, civil o académica. Admitió públicamente no entender el misterio de la Trinidad, ni la existencia de demonios y del infierno, donde las almas pueden quemarse toda la eternidad.</p><p>Un noble veneciano le invitó a trasladarse a su ciudad, pero después terminaría denunciándole por sus ideas herejes, así que en 1591 fue apresado por la Inquisición de Venecia, para luego ser trasladado a Roma, donde estuvo prisionero durante siete años. Finalmente fue declarado hereje y condenado a ser quemado vivo, y se ordenó que sus libros fueran quemados en la Plaza de San Pedro e incluidos en el índice de Libros Prohibidos.</p></div></div></div></div></div></div>

Tipo de Noticia:

Pildora 50 segundos

Sección:

Efemérides y Agenda

Fecha redacción:

Miércoles, 17 Febrero, 2016

Fecha estimada:

Miércoles, 17 Febrero, 2016

Fecha emisión:

Miércoles, 17 Febrero, 2016

Palabras clave:

Giordano Bruno, universo, religión

Emisión confirmada:

si


Resumen:

 

Un día como hoy, 19 de febrero pero de 1600, Giordano Bruno, filósofo y poeta renacentista italiano, murió quemado en la hoguera, condenado por la Inquisición de Roma debido a sus revolucionarias ideas sobre el universo y la religión.

Bruno fue uno de los espíritus más inquietos e indómitos de la Europa del siglo XVI. A los 17 años ingresó en un convento de la orden de los dominicos y a los 24 fue ordenado sacerdote.

Su insaciable curiosidad le llevó a leer los libros de Erasmo, prohibidos por la iglesia y a interesarse por la emergente literatura científica de la época, desde los alquimistas hasta la nueva astronomía de Copérnico. Bruno rechazaba como Copérnico que la Tierra fuera el centro del cosmos, pero no sólo eso; sostenía que existían otros soles, otros sistemas solares esparcidos por el universo, mundos donde seres semejantes a nosotros podrían rendir culto a su propio dios.

Bruno no dudaba en mantener acaloradas discusiones con sus compañeros de orden sobre estos temas, por lo que en 1575 fue acusado de herejía ante el inquisidor local, y decidió huir de Nápoles. Desde ese momento se convirtió en un fugitivo que iba de una ciudad a otra con la Inquisición pisándole los talones. Pasó por Roma, Génova, Turín, Padua, Milán, Ginebra, Lyon, París, Londres, Praga, Frankfurt, Zúrich, etc. Durante sus viajes, Bruno conoció a pensadores, filósofos y poetas que se sintieron atraídos por sus ideas y se convirtieron en verdaderos amigos, y escribió muchos trabajos sobre cosmología, física, magia y el arte de la memoria.

Según Bruno “ninguna de las religiones existentes es buena, porque todas, en alguna medida, son un instrumento de poder y empujan al ser humano a guerras fratricidas y luchas sangrientas”.  Defendía la autonomía plena de pensamiento y de la ciencia, ya fuera religiosa, civil o académica. Admitió públicamente no entender el misterio de la Trinidad, ni la existencia de demonios y del infierno, donde las almas pueden quemarse toda la eternidad.

Un noble veneciano le invitó a trasladarse a su ciudad, pero después terminaría denunciándole por sus ideas herejes, así que en 1591 fue apresado por la Inquisición de Venecia, para luego ser trasladado a Roma, donde estuvo prisionero durante siete años. Finalmente fue declarado hereje y condenado a ser quemado vivo, y se ordenó que sus libros fueran quemados en la Plaza de San Pedro e incluidos en el índice de Libros Prohibidos.

Tipo de Noticia:

Pildora 50 segundos

Sección:

Efemérides y Agenda

Fecha redacción:

Martes, 17 Febrero, 2015

Fecha estimada:

Martes, 17 Febrero, 2015

Fecha emisión:

Martes, 17 Febrero, 2015

Palabras clave:

Giordano Bruno

Emisión confirmada:

si


Resumen:

Un día como hoy, 19 de febrero de 1600, Giordano Bruno, filósofo y poeta renacentista italiano, murió quemado en la hoguera, condenado por la Inquisición de Roma debido a sus revolucionarias ideas sobre el universo y la religión.

Bruno fue uno de los espíritus más inquietos e indómitos de la Europa del siglo XVI. A los 17 años ingresó en un convento de la orden de los dominicos y a los 24 fue ordenado sacerdote.

Su insaciable curiosidad le llevó a leer los libros de Erasmo, prohibidos por la iglesia y a interesarse por la emergente literatura científica de la época, desde los alquimistas hasta la nueva astronomía de Copérnico. Bruno rechazaba como Copérnico que la Tierra fuera el centro del cosmos, pero no sólo eso; sostenía que existían otros soles, otros sistemas solares esparcidos por el universo, mundos donde seres semejantes a nosotros podrían rendir culto a su propio dios.

Bruno no dudaba en mantener acaloradas discusiones con sus compañeros de orden sobre estos temas, por lo que en 1575 fue acusado de herejía ante el inquisidor local, y decidió huir de Nápoles. Desde ese momento se convirtió en un fugitivo que iba de una ciudad a otra con la Inquisición pisándole los talones. Pasó por Roma, Génova, Turín, Padua, Milán, Ginebra, Lyon, París, Londres, Praga, Frankfurt, Zúrich, etc. Durante sus viajes, Bruno conoció a pensadores, filósofos y poetas que se sintieron atraídos por sus ideas y se convirtieron en verdaderos amigos, y escribió muchos trabajos sobre cosmología, física, magia y el arte de la memoria.

Según Bruno “ninguna de las religiones existentes es buena, porque todas, en alguna medida, son un instrumento de poder y empujan al ser humano a guerras fratricidas y luchas sangrientas”.  Defendía la autonomía plena de pensamiento y de la ciencia, ya fuera religiosa, civil o académica. Admitió públicamente no entender el misterio de la Trinidad, ni la existencia de demonios y del infierno, donde las almas pueden quemarse toda la eternidad.

Un noble veneciano le invitó a trasladarse a su ciudad, pero después terminaría denunciándole por sus ideas herejes, así que en 1591 fue apresado por la Inquisición de Venecia, para luego ser trasladado a Roma, donde estuvo prisionero durante siete años. Finalmente fue declarado hereje y condenado a ser quemado vivo, y se ordenó que sus libros fueran quemados en la Plaza de San Pedro e incluidos en el índice de Libros Prohibidos.

Fuente:

Otros

Tipo de Noticia:

Presentación 1,5 minutos

Sección:

Efemérides y Agenda

Fecha redacción:

Miércoles, 19 Febrero, 2014

Fecha estimada:

Lunes, 17 Febrero, 2014

Fecha emisión:

Lunes, 17 Febrero, 2014

Palabras clave:

Giordano Bruno, filosofía, cosmología, siglo XVI, Inqusición

Emisión confirmada:

si


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