Graduada en Historia del Arte por la Universidad de Murcia (2017), cursado a su vez en West Virginia University y University of Leeds. Ha cursado el máster en la Universidad Autónoma de Madrid obteniendo el título de máster en Arqueología y Patrimonio en el año 2019. En el año 2021 obtiene una ayuda de la Fundación Séneca para realizar la tesis doctoral en la Universidad de Murcia. Posee comunicaciones en congresos nacionales e internacionales, así como publicaciones científicas en revistar de carácter nacional e internacional, como "El travertino rojo de Mula y la monumentalización de Carthago Nova", "Los Exvotos ibéricos de Collado de los Jardines (Santa Elena, Jaén). Análisis descriptivo y evolución interpretativa a través de los diarios de excavación de Juan Cabré Aguiló (1882-1947)", o “Espacios del pasado. El entorno cultural romano de la Villa de los Cantos, Bullas (Murcia)”. Domina la lengua inglesa y tiene conocimientos de las lenguas francesa e italiana. Desde 2018 ha participado en numerosas campañas de excavación, entre ellas en el Atrium Vestae del Palatino de Roma, en el poblado ibérico de Coimbra del Barranco Ancho en Jumilla, en los baños romanos de Fortuna y la ciudad de Begastri en Murcia, y en el oppidum de El Cerro de las Cabezas de Valdepeñas.
Este proyecto busca enriquecer una parte del estudio de la arquitectura romana de la península ibérica que contiene muchas lagunas en el sureste levantino. La Arqueología de la Construcción se comenzó a desarrollar en nuestro país a finales de los años 80 de la mano de M. Bendala y la trayectoria investigadora ha desarrollado mucho, en estas últimas décadas, los estudios de arquitectura de la construcción romana. Sin embargo, no existe todavía una investigación que trate de forma unitaria la arquitectura del sureste peninsular durante el periodo de control romano. El objetivo primordial es, por lo tanto, dar a conocer todas las construcciones erigidas en Carthago Nova y su área de influencia a lo largo de los siglos de ocupación romana, mediante el estudio arqueológico y científico de todos sus componentes.
Las técnicas constructivas y la arqueología de la construcción son dos líneas de investigación que cuentan con un largo recorrido, pero que no han sido investigadas de forma conjunta en esta ciudad levantina. Esta oportunidad permite dilucidar las características regionales de esta zona, y así, poder completar el mapa de la arquitectura romana en la Península Ibérica. La investigación abarca el actual territorio de la Región de Murcia y parte de la provincia de Alicante.
El siguiente objetivo es estudiar las distintas etapas edilicias que vivió Carthago Nova durante todo el tiempo de control e influencia romana, contrastarlas con los conocimientos que ya existían de manera previa en los habitantes de la zona y los que desarrollarían combinando lo ya conocido con las enseñanzas de ingeniería romana. Esto ayudaría a comprender cómo el proceso de ‘romanización’ fue tan exitoso, ya que el sur levantino es un gran ejemplo de cómo la cultura romana sabía mimetizarse y fusionarse con otras culturas con las que entraba en contacto, una de las claves del éxito de su vasta expansión territorial. A su vez se analizan la influencia que tuvo la arquitectura púnica en las primeras construcciones regionales romanas y cómo esto condicionaría la combinación de lo púnico y romano del sureste en la edilicia del periodo imperial y del Bajo Imperio.
La gran diversidad cultural que vivió esta zona desde antes de la conquista romana hasta el periodo tardorromano propició la aparición de un regionalismo que se vio reflejado a su vez en distintos detalles edilicios. Así de imprescindible y relevante es la información que aportan los estudios sobre arquitectura, ya que las construcciones de una cultura son reflejo directo de su propia estructura social y de sus costumbres. Aunar las distintas construcciones romanas de Carthago Nova en una publicación beneficiaría a otras líneas de investigación muy importantes, como la de las redes viarias y los medios de comunicación romanos, las costumbres domésticas de esta influyente sociedad y, por ende, cuestiones de género y edad que tanto interesan a la sociedad actual. Por ello, profundizar en la arquitectura de la sociedad romana servirá para reescribir el verdadero papel tanto de hombres como de mujeres, dentro y fuera del espacio doméstico y público.
University of Cincinnati
Department of Classics
La University of Cincinnati cuenta en su departamento de Arqueología con uno de los mejores equipos de investigación en el campo en el que desarrollo mi tesis doctoral. Expertos en la Arqueología de la Construcción aplicada al periodo romano, este equipo ha participado en numerosas ocasiones en congresos y publicaciones de los referentes mundiales en este campo de estudio, como la Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, el Instituto Arqueológico de Mérida o el Archivo Español de Arqueología, además de tener una participación muy activa en las reuniones internacionales de Arqueología de la Construcción, promovidas por el CSIC e iniciadas gracias al Dr. Antonio Pizzo (Instituto Arqueológico de Mérida), al Dr. Stefano Camporeale (Università di Siena) y a la Dra. Hélène Dessales (École Normale Supérieure Paris). A nivel más específico del desarrollo de mi tesis, este equipo de investigación de la University of Cincinnati participa en la actualidad en dos intervenciones arqueológicas imprescindibles para el correcto estudio de la Cartagena púnica y romana. Los proyectos, ‘Pompeii Archaeological Research Project: Porta Stabia’ y Tharros Archaeological Research Project’, investigan sendos barrios de época romana y púnica, e incluso uno de ellos la superposición de la ciudad romana sobre la púnica, mismo suceso acontecido en Carthago Nova. Las investigaciones de esta universidad estadounidense tienen un valor incalculable para el estudio de la ciudad portuaria española, ya que son excavaciones arqueológicas organizadas por grandes especialistas sobre un terreno que no ha sido ocupado con posterioridad, al contrario que Cartagena. Por ello, estas intervenciones que quedaron congeladas en el tiempo y no fueron modificadas por sociedades posteriores, proporcionan una información de valor incalculable para aquellas ciudades que han tenido una ocupación continuada hasta la actualidad. Por otro lado, estas dos ciudades, una púnicorromana y otra romana, son dos enclaves portuarios y uno de ellos (Tharros) ruta comercial imprescindible ente la Carthago tunecina y la Carthago peninsular. Paralelos directos del desarrollo urbanístico y arquitectónico de la Cartagena púnica y romana. Ambos proyectos, dirigidos por el Dr. Ellis, han sido documentados de manera minuciosa, documentos a los que tendré total acceso durante mi estancia si tuviese acceso a esta beca (registro de materiales y técnicas, métodos arquitectónicos, documentación fotográfica y fotogramétrica, planimetrías, entre otros muchos). De igual modo, arqueólogos e investigadores de los proyectos podrán asistirme en persona y realizar un análisis comparativo en el desarrollo urbano de estas tres ciudades. Otro incentivo interesante para elegir esta universidad es que cada año recibe a diez investigadores en arqueología de todo el mundo, sin duda muy interesante para intercambiar ideas y conocer otros yacimientos similares a Carthago Nova. Al tener esta asiduidad de investigadores extranjeros, tienen unas infraestructuras muy preparadas para este fin. Así, se me facilitarán todas las necesidades propias de mi investigación. Para finalizar, la universidad es sede de la John Miller Burnam Classical Library, que es la biblioteca de ciencias clásicas y arqueología más grande del mundo, con acceso a innumerables libros descatalogados y difíciles de localizar.
El Department of Classics de la University of Cincinnati se ubica dentro de la Blegen Library, la biblioteca de temática clásica más completa del mundo, ya que alberga más de 300.000 obras. Numerosos autores de referencia acuden cada año en la búsqueda de libros y manuscritos descatalogados e únicos, ya que incluso tienen copias de volúmenes sólo conservadas en la Biblioteca Vaticana, de más difícil acceso.
Las becas Tytus (Fellowships) del departamento atraen entre nueve y doce investigadores adicionales cada año, además de muchos visitantes a corto plazo. Alrededor de treinta estudiantes universitarios se benefician de la vibrante comunidad académica, mientras que un programa de extensión lleva a profesores y estudiantes de posgrado a más de 100 escuelas del área de Arqueología cada año. La serie de conferencias del departamento, incluidas las patrocinadas por el Instituto Arqueológico de América, atraen a audiencias de la comunidad académica más amplia del área de Cincinnati. El Departamento edita "Nestor", un recurso bibliográfico para la Prehistoria del Egeo, y patrocina series continuas de publicaciones para Pylos, Keos y Troya.
Por otro lado, el departamento de Arqueología de la universidad es de los más activos del país, pues cuenta con numerosas intervenciones arqueológicas en Europa y parte de África. Los profesores organizan o participan en trabajos de campo arqueológicos en Grecia en Pylos, Knossos, Isthmia, Anavlochos y el Ágora de Atenas, en Italia en Pompeya y Tharros en Cerdeña, en Turquía en Gordion y en Israel en Cesarea Marítima.
En 2018 ya me interesé por las becas Fulbright gracias a una de las charlas que ofrece de manera periódica la Universidad de Murcia. Sim embargo, no fue hasta que la Fundación Séneca me animó a participar, ya como contratada predoctoral, en 2022. Parecía una tarea muy compleja, en especial porque ya era miembro de numerosos proyectos de investigación y parecía difícil incluir otra investigación de esta envergadura. No obstante, el apoyo y ánimo de la fundación Séneca, además de las facilidades para poder implementar un proyecto más como es el de la beca Fulbright, fueron el impulso definitivo para decidir solicitar la beca. Sin duda, fue un gran acierto y un gran impulso para mi carrera profesional.
Las universidades estadounidenses son muy distintas a las europeas en general, y a las españolas en particular. Yo ya había participado como estudiante en una de ellas gracias a un convenio bilateral que ofrece la Universidad de Murcia, en el que cursé tercero de carrera en la West Virginia University. Curiosamente, el estado vecino de la universidad en la que me encuentro ahora. Si bien es cierto, también es muy diferente experimentar la universidad desde un punto de vista de estudiante que de un trabajo e investigador de pleno derecho. En mi caso actual, como investigadora predoctoral Fulbright, no tengo salvo alabanzas acerca de mi experiencia, tanto a nivel científico como personal.
La universidad se ha preocupado de proporcionarme todo aquello que pudiese necesitar incluso antes de mi llegada, siendo muy atentos a mis necesidades específicas (lo mismo se puede decir de la Fulbright Commission). Nada más llegar, la directora de la biblioteca me hizo un tour completo de la misma y solventó todas mis dudas como nueva usuaria. Desde el departamento me ofrecieron tres despachos diferentes a elegir, de los que preferí el que se encontraba en la sala común donde otra treintena de investigadores desarrollaban sus proyectos. Además de la tranquilidad de la sala, también he tenido la oportunidad de compartir ideas y opiniones con mis compañeros de trabajo, lo que ha abierto mi percepción no sólo de mi propio proyecto, si no también de la forma de entender la vida. Además, los seminarios y charlas que el departamento organiza cada poco tiempo han reforzado ese concepto de comunidad científica activa tan propio de las universidades americanas. En esos seminarios, han volado ideas y conceptos nuevos o diferentes para mí, lo que ha enriquecido mi propia investigación e incluso mis otros proyectos.
Ni qué decir tiene que estos compañeros, amigos, también me han enriquecido a nivel personal. El hecho de que la University of Cincinnaty sea una baliza, a la que acuden investigadores de todo el mundo, alimenta una esfera multicultural muy diversa. Este ambiente ya es instructivo y próspero de manera natural. Aprender costumbres y ritos sociales distintos a los propios no es sólo divertido, sino que también te ayuda a ver el mundo de otra manera y te llena de anécdotas y recuerdos muy especiales. A un nivel más doméstico, también es una experiencia única. Mis compañeros de piso son de Texas y de Virginia respectivamente, mundos completamente diferentes a lo que estoy experimentando yo en Ohio. Oír sus experiencias y la forma en la que se criaron da buena cuenta de lo diverso que es este país, natural si se tiene en cuenta que Texas tiene el tamaño de la península ibérica. Además, son neurólogos y también he podido observar más de cerca lo distinto que es el tema de la salud y la enfermedad en Estados Unidos.
Una experiencia como la beca Fulbright te cambia la vida por completo.
A modo de listado, estas serían las cinco razones principales (que no únicas) por las que recomendaría la experiencia:
1. Tanto a nivel personal como profesional, es una de esas experiencias únicas en la vida, cuya oportunidad no se puede dejar escapar. No se puede describir en palabras la magia de experimentar una cultura nueva y tan distinta a la nuestra, hay que vivirlo.
2. La calidad académica de los centros de investigación norteamericanos es de las mejores del mundo. Sólo por experimentar la eficiencia de estos centros ya merece la pena vivir esta oportunidad.
3. El estatus que una persona adquiere tras ser (becado) Fulbright. Decir que eres un Fulbright te abre numerosísimas puertas de par en par. La clase investigadora que uno adquiere es difícil de equiparar, y por supuesto no es en vano, un becado Fulbright requiere mucho esfuerzo y sacrificio.
4. Tener la oportunidad de vivir y trabajar en Estados Unidos. Los europeos no lo valoramos porque no sufrimos la pesadez de los visados y los permisos de trabajo si queremos trabajar en otros países de la Unión Europea. Pero que Estados Unidos te importe como un bien preciado y te facilite todos los procesos de inmigración es una suerte de la que pocos pueden hablar. El proceso de visado con Fulbright es un abrir y cerrar de ojos, y todo el mundo te trata como una prioridad. Para mí fue mucho más complicado cuando fui como estudiante sólo amparada por la Universidad de Murcia.
5. Poder abrirse a nuevas culturas, probar cosas nuevas, jamás vistas con anterioridad. Descubrir un país tan especial como es Estados Unidos. Pocas experiencias "laborales" enriquecen tanto a nivel profesional y personal como una beca Fulbright. Como decía antes, es una experiencia que te cambia la vida.
Como investigadora, la beca Fulbright supone un punto de inflexión en mi carrera profesional. Sin lugar a dudas, será lo que incline la balanza a mi favor a la hora de seguir buscando puestos en la docencia universitaria o en la investigación. Ser Fulbright cambia el juego y facilita mucho solicitar becas y trabajos muy exclusivos. Además de exponerte a nivel internacional y ser un activo atractivo para los equipos de investigación no sólo nacionales, sino extranjeros.
A nivel personal, vivir y trabajar fuera te hace mejor persona. Te hace valorar lo que es ser un extraño lejos de casa. Te hace ser más amable, más compasivo, te ayuda a escuchar mejor y a intentar entender siempre a tu interlocutor. Es un beneficio colateral de vivir la vida en otro idioma, te conviertes en un oyente activo y asertivo. Valoras la ayuda externa mucho más, e intentas llevarla a cabo tú mismo. Pocas cosas alimentan más la humildad que ser un extranjero en una tierra lejana.